domingo, 4 de septiembre de 2011

Todos los niños pueden ser Einstein


Hace un par de días conocí la publicación de este libro, escrito por Fernando Alberca (Córdoba, 1966. Licenciado en Filosofía y Letras y Máster en Dirección de Centros Educativos). En él resta importancia a la genética y carga las tintas en la importancia de la educación que reciben los niños, a la hora de lograr que tengan éxito en la vida.  Aún no he tenido ocasión de leer este ensayo, pero lo haré en breve; tan sólo he leído la reseña y creo que merece la pena conocer su contenido íntegro.

Cada vez estoy más convencido de que es necesario realizar un replanteamiento del sistema educativo, que incluya metodologías, objetivos y contenidos. Creo que el sistema educativo no está dando respuesta a las demandas actuales de la sociedad y, lo que es más importante, no está ofreciendo al alumnado lo que este necesita.

No olvidemos que el principal objetivo de cualquier persona es "ser feliz", aunque esto evidentemente no significa estar continuamente en estado de felicidad. Sin embargo, los planes de centro y programaciones se centran casi exclusivamente en la transmisión de conocimientos. En las aulas se instala en muchas ocasiones una rutina que gira alrededor del libro de texto, cuya finalidad es instalar en las cabezas de nuestro alumnado el contenido de las diferentes disciplinas, olvidando (o dando por supuesto) el desarrollo de otras destrezas, habilidades, competencias,... imprescindibles para desenvolverse en nuestra compleja sociedad. El profesorado se centra casi exclusivamente en la faceta intelectual (y dentro de esta la memoria acapara la mayor parte del tiempo y esfuerzos). El resultado: alumnado desmotivado, profesorado cada vez más impotente para mantener el "orden" en la clase y preciosos años desaprovechados que ya no volverán.

Einstein no fue un modelo de alumno aplicado y brillante, sino más bien lo contrario. Pero fue capaz de superar su "fracaso" inicial en el sistema educativo y llegar a la cima del desarrollo intelectual y personal. Han pasado muchos años desde entonces, pero sospecho que en nuestros centros, dotados de las últimas tecnologías y recursos, se nos siguen colando muchos "einsteins", que en el mejor de los casos pasan desapercibidos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Este señor obvia en su libro el CI de Einstein y de todas las personas que menciona en su libro. A lo cual no da importancia y menospreciando la labor de muchas personas en el mundo en la identificación de personas sobredotadas, que los sistemas educativos mediocres engullen cual galleta. Y definiendo a los líderes del futuro y presente como personas "normales"...
Me parece una falta de consideración.
Estoy de acuerdo que la enseñanza es pésima en España, pero es para todos. Los de abajo, los del medio y los que están por encima (así en como se "cataloga" a los alumnos.
Y respecto a otros temas del libro, como el gateo...no estoy de acuerdo en absoluto.
Nací en una familia de no gateadores y con habilidades o talentos para otras cosas.
Lo que ocurre es que en muchos casos, se anda y corre directamente y además pronto.
Sin más ,un saludo.